“Dar o no dar pecho, cuándo debo comenzar la alimentación complementaria, hago o no hago colecho, cargarlo le generará dependencia a mí, no cargarlo sería considerarlo abandono, que llore en la cuna, ¡no! mejor que no llore, mi esposo fue primero que mi bebé pero no puedo atenderlo como antes, ¡otra perla de leche más!, ya no aguanto el dolor de senos, todas están emprendiendo y yo me estoy quedando atrás” ¿Cuándo dejará de dar vueltas la cabeza?
Te tengo noticias mamita preciosa: ¡Esto no acaba nunca!
Ser mamá es lo mismo que ser una montaña rusa con efectos especiales de la NASA.
A veces hay gravedad y estabilidad, y a veces no. Pero, ¿sabes?,¡Eso también está bien! La maternidad inicia desde el positivo en la prueba y la primera náusea; el cuidado, la alimentación, la educación, la compra, la oración y los tableros en pinterest, oh sí, los tableros en pinterest. Sabemos que inicia, y, por testimonios de nuestras mamás y abuelitas, también sabemos que jamás termina. ¡Así que bienvenida al ciclo sin fin simba!
Si eres mami primeriza o si tienes un equipo de voleibol en tu haber, quiero recordarte que la maternidad es sólo perfecta en nuestra mente, y a veces en instagram. Las mamás también somos humanas, también tenemos una naturaleza caída, también cometemos errores y también lloramos muchísimo. Así que ¡No estás sola!
Ser mamá es aceptar el llamado supremo de poner en pausa tus sueños, metas y planes personales por un tiempo (que parece pasar bastante lento).
Es decidir, junto con tu esposo, formar, guiar, alimentar, asear y cuidar a una personita indefensa, y que por alguna razón Dios les escogió para hacerlo.
A diferencia del mundo animal (que pareciera que los monos y los caballos nacen ya caminando) tenemos el maravilloso llamado de ser quienes ayuden a levantar a un humano más en una generación que le necesita. Mientras tu dices “estar encerrada en casa” tu bebé aprende algo nuevo, mientras tu piensas que “tu vida se acabó”, la descendencia que te regaló el Padre Celestial dice “Es mi tiempo de comenzar”. Vine a decirte que estoy en la misma página y que tú y yo necesitamos recordar algo: No estamos en pausa, ¡Dios nos está usando en otra estación de nuestras vidas!
- No estás estancada: Estás sembrando.
- No estás encerrada: Estás educando.
- No estás haciendo “oficios”. Estás sirviendo.
- No estás con la casa desordenada. Estás reajustando tu familia.
- No estás trabajando y abandonando a tu bebé. Estás siendo sabia con tus talentos en este momento de tu vida.
Y, Dios sabe los planes que tiene para ti, créeme que son de bien (Jeremías 29:11) y parte del plan es esto, estar donde estás. Llegó el tiempo de sembrar en los sueños de tus hijos, ya vendrá el tiempo de continuar con los nuestros.
¡Lo estamos haciendo bien Mamás!
Por Mayo Galea